lunes, 30 de abril de 2018

EDITORIAL AMOR A LA PATRIA O POR LA PATRIA


En este mes de mayo comienza sus labores un nuevo gobierno en nuestra bella Tiquicia. Hace algunos meses levantamos la bandera de nuestro partido de simpatía. Hoy es necesario que la guardemos y saquemos para los próximos cuatro años la bandera de la Patria.
 No cabe duda que todos hablamos de la patria como el país donde nacemos, o donde nos hemos formado y educado, y no son muchos los que le agradecemos a la Patria lo que nos ha otorgado. Más que un pedazo de tierra, la Patria son las vivencias de nuestros seres queridos y las personas con las que compartimos los traumas y las alegrías tanto en la universidad para la que laboramos como en nuestra comunidad y barrio.
Nos debe quedar claro y transmitirlo a nuestros nietos que el amor a la Patria es un valor cívico que se aprende en primer lugar en el hogar, luego se nutre en la escuela y se va perfeccionando hasta que llegamos a ser personas útiles a la sociedad. Ahora con el paso del tiempo esbozamos toda una simbología que toma vida de forma sacra en la bandera, el árbol, el pájaro nacional; en su himno, ante el cual nos ruborizamos de emoción; en un escudo, reflejo de nuestra cosmovisión; en sus fiestas cívicas.
Apreciados compañeros de AFUP debemos de tener muy claro en la actualidad que el amor a la Patria va más allá que el reconocimiento reverente que damos a esos signos. Denota desde luego personalización, introyección. Significa también permitirle a la Patria ser la madre de todos/as, y sentirse acogido/a por ella; que tengamos las mismas oportunidades y que cada uno sea respetuoso de los acuerdos consensuados en su seno para que reine la equidad, la paz que conduce a la estabilidad emocional en los individuos y en la familia. Y desde luego que  esto lo debemos insertar cuando navegamos por las redes sociales.
Por lo tanto debemos transmitir como antorcha bienhechora que amar a la Patria es un compromiso y un deber. Como proyecto de vida a estas alturas debemos cuidar o vigilar, por el bienestar de todos, los recursos naturales, y apoyarnos de manera tal que podamos unirnos a nuestros vecinos para buscar el bien común, si colaboramos para hacer más digno nuestra filial de AFUP, nuestro  barrio, si amamos nuestro pueblo o ciudad, si conocemos nuestra historia como lo hacemos por Jubilados en Acción, si nos sentimos orgullosos de nuestra cultura y tratamos de conservarla y darla a conocer; si cumplimos con responsabilidad, lo que nos toca hacer para el bien de los demás, si somos respetuosos de nuestros símbolos patrios. Esteremos abonando con grandes principios a las futuras generaciones. Ese es el gran reto que tenemos al formar parte de la gran familia AFUP.
Nuestros abuelos, maestros y profesores nos enseñaron que el amor por la patria denota inclinación, afecto; es una madre a la que se le reconoce el grado consanguíneo, pero, aquí esta el detalle  no se está dispuesto a sacrificarse por ella. Nos es útil para servirnos de ella y vivir de ella, hacemos todo lo que está a nuestro alcance para que sus hijos/as vivan en contienda. Usamos sus símbolos para ganar su aceptación y no para que sea honrada y goce de reconocimiento internacional.
Es triste ver en los momentos actuales como nuestras fiestas cívicas se convierten en competencias absurdas donde los padres se endeudan para que sus hijos modelen el escuálido salario de varios meses, mientras en sus casas no está ni siquiera izada una bandera. Cuando se tiene afecto por la patria se ve como propiedad y desaparece la consideración, el amor del fruto de su trabajo y sacrificio. Las memorias de nuestros ancestros son olvidadas con menosprecios y nos avergonzamos de su linaje. Desgraciadamente existen tantos malos hijos de la patria que la tienen empobrecida y hundida en lipídica pobreza generacional. Y lo mas triste de todo esto es el silencio de AFUP.
Ahora quiero decir algo que las preposiciones a y por, gramaticalmente subordinan y complementan los términos, pero el amor a la patria no debería tener diferencia entre sus hijos y debe ponderar, estar sobre toda intencionalidad, voluntad e ideología para que tenga vida plena y desarrollo sostenible que tanto se necesita. Todo esto me parece a mi que es lo que debemos proclamar a los cuatro vientos como asociados de AFUP.
Nosotros que tuvimos una vida muy activa y de mucho aprendizaje en las respectivas universidades para las cuales laborales nos debe quedar pero muy claro que el verdadero patriota, amante de su Patria, puede quejarse de su nación observando sus errores, deficiencias, pero al mismo tiempo busca y propone los medios para solventarlos. Este es el gran reto que debemos asumir a partir de este mes de mayo. No es correcto contemplar cómo el país se hunde cada día sin que se haga algo al respecto. Sería como ver un nudo en un rollo de pábilo y en vez de ayudar a desenredar contribuyéramos a hacer más grande ese nudo con quejas, pereza, discordia, intolerancia. Ha llegado el momento para que tanto las universidades como las diversas filias de AFUP, hagamos un alto en el camino, que cambiemos de rumbo y que actuemos teniendo en cuenta: la verdad, la justicia y la razón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario