En 1843, cuando se firma el decreto que transformó la Casa de
Enseñanza de Santo Tomás en una universidad, se comenzaron a gestar los
orígenes de la Universidad de Costa Rica.
A
finales del siglo XIX Costa Rica era un país oligárquico y liberal; por este
motivo sus políticas centraron su atención solamente en la instrucción
primaria; tanto, que, después de 45 años de funcionamiento, en el año 1888, se
decretó el cierre de la Universidad de Santo Tomás. Este mismo decreto
estableció la creación de las escuelas superiores de Derecho y Notariado, de
Medicina y de Ingeniería. Más adelante fueron creadas las escuelas de Farmacia
y la de Bellas Artes, ambas en 1897.
A
partir de 1890 la educación superior del país estuvo representada por las
escuelas profesionales y facultades que funcionaron bajo la dirección de los
colegios profesionales respectivos, debido a la ausencia de una entidad
superior que las agrupara. En las primeras décadas del siglo XX surgieron
propuestas para crear una universidad, pero la política reinante del país lo
impidió. Es hasta la década de 1940, en una coyuntura de reformismo en Costa
Rica, en la que Luis Demetrio Tinoco figura como una de las principales
personas que impulsó la creación inmediata la Universidad de Costa Rica. Así,
bajo el gobierno de Rafael Ángel Calderón Guardia, mediante la ley N° 362, se
crea oficialmente la Universidad de Costa Rica y nace como una institución
docente y de cultura superior.
Lucem
Aspicio, mirando hacia la luz El 7 de marzo de 1941 la
Universidad de Costa Rica abrió sus puertas en el céntrico barrio capitalino
González Lahmann, con 719 estudiantes matriculados.
Está
estructurada de manera tripartita por la Asamblea Universitaria, el Consejo
Universitario y la Rectoría. Ya desde su comienzo era parte de su modelo
organizativo la autonomía con la que hoy cuenta la universidad, soñada así por
Luis Demetrio Tinoco, y se indicaba en el artículo 4 de su ley constitutiva que
buscaba la autonomía de gobierno, administración y financiera. Desde un
principio se propuso el estatus de la universidad como pública, por ser un
servicio que garantiza la igualdad de oportunidad del acceso a la educación y
que está ligado a la democracia.
En
1946 varios académicos como Carlos Monge Alfaro, Abelardo Bonilla Baldares y
Rodrigo Facio Brenes se preocuparon de la desarticulación de las escuelas de la
Universidad; es así como en ese año se realiza el Primer Congreso
Universitario. El resultado fundamental de esta actividad fue la creación de la
Facultad de Humanidades, que esta fungiría como ente unificador y articulador
de la institución.
La
construcción de la Universidad seguía avanzando, por lo que en 1956 se comenzó
el proyecto de erigir una ciudad universitaria en San Pedro de Montes de Oca.
La Facultad de Ingeniería fue la primera de la que se construyó el pabellón.
Como
resultado de las discusiones de los años anteriores, en 1957 la Universidad se
definió a sí misma como “de cultura general humanística” y su organización se
da por las siguientes tres secciones: Humanidades (ciencias y letras),
facultades o escuelas profesionales y la Facultad de Estudios Superiores.
Más
adelante, cuando se lleva a cabo el Tercer Congreso Universitario en 1973, se
propone la regionalización de la institución, siendo Carlos Monge Alfaro uno de
los impulsores más importantes; esto se concreta con la apertura del Centro
Regional de San Ramón (Sede de Occidente, como se le conoce hoy), cuyo nombre
es Ciudad Universitaria Carlos Monge Alfaro. Posteriormente expandió sus
horizontes regionales mediante la Sede del Atlántico, Sede de Limón, Sede de
Guanacaste y Sede del Pacífico.
De
la discusión de este congreso surgió la creación de la Vicerrectoría de
Investigación; y en 1974 es creada la Vicerrectoría de Acción Social, que
abarca tres áreas: el servicio social por parte del estudiantado (Trabajo
Comunal Universitario), la extensión cultural de la Universidad y la
divulgación del quehacer universitario a través de diversos medios de
comunicación.
La
Vicerrectoría de Acción Social actualmente engloba programas comprometidos e
interesados con diversidad de poblaciones: el Centro Infantil Laboratorio,
creado en 1984 y que atiende a los hijos de estudiantes, funcionarios y
residentes de la comunidad; el Programa Integral para la Persona Mayor, creado
en 1986; el Programa de Etapa Básica de Artes Musicales, que otorga el título
de VAU-2 a niños y jóvenes con aptitudes que ingresen y se gradúen de este
programa; y el Programa de Educación Continua, que realizan varias facultades
con el fin de continuar la formación y actualización de conocimientos para los
profesionales.
En
la década de 1980 los esfuerzos en la labor investigativa son notorios; se
crean 11 unidades de investigación.
Posteriormente,
cuando arriban los años noventa, la UCR se destaca en el campo de Internet
siendo pionera en la región centroamericana y caribeña. El papel de la
regionalización también ha sido importante en cuanto al enriquecimiento de la
Universidad de Costa Rica, pues se crearon nuevas carreras propias de las
sedes, entre las que están Informática Empresarial, Laboratorista Químico y
Turismo Ecológico.
En
el año 2001 la Universidad de Costa Rica es declarada por la Asamblea
Legislativa como Institución Benemérita de la Educación y la Cultura de Costa
Rica, mediante el decreto n° 8098.
Es
esta primera década del nuevo milenio que la Universidad se destaca por su
vínculo con el sector productivo por medio de la transferencia tecnológica de
la investigación que se realiza en sus centros, institutos, laboratorios y
estaciones experimentales. También por su expansión en los proyectos de acción
social, sobre todo el Trabajo Comunal Universitario, la educación continua y la
extensión cultural en diversos puntos del país.
Continúa
el Alma Mater ejerciendo su papel social con la participación en luchas como la
del Combo del ICE, la del Tratado de Libre Comercio, la minería a cielo
abierto, entre otras y a través de sus medios de comunicación: Radioemisoras
UCR, el Semanario Universidad y el Canal UCR fortaleciendo la opinión ciudadana
y abriendo espacios culturales alternativos.
Acorde
con el desarrollo tecnológico mundial, la Universidad desarrolla sus
plataformas digitales al servicio de su población estudiantil y administrativa,
con sistemas modernos para la gestión de matrícula, admisión y becas. Las
publicaciones digitales también se fortalecen, así como repositorios que
facilitan la búsqueda bibliográfica.
En el último quinquenio la
Universidad ha ampliado tanto su oferta académica como sus cupos de admisión,
para dar oportunidad a más jóvenes de ingresar a la institución y desempeñarse
profesionalmente en las carreras que el país requiere. Asimismo, ha mejorado y
aumentado considerablemente su infraestructura con la construcción de varios
edificios en la Ciudad de la Investigación y en el campus Rodrigo Facio, entre
los que se destacan el Lanamme, el Planetario, la Escuela de Ingeniería
Eléctrica, la Facultad de Ciencias Sociales, el edificio de Educación Continua
y la Plaza de la Libertad de Expresión.
La
Universidad de Costa Rica ocupa para el año 2016 el puesto 21 en el Ranking de universidades en América Latina, y en el ámbito mundial
conserva el puesto 501.